Enamoradas

de Jesús

POBREZA - CASTIDAD - OBEDIENCIA

La experiencia contemplativa de Francisco se alimenta de asombro frente al Misterio del “Verbo del Padre”, que recibió la verdadera carne de nuestra humanidad en el seno de la Virgen María.

Movidas por el Espíritu Santo, seguimos a Cristo más de cerca mediante la profesión de los consejos evangélicos y entregándonos a Dios nos encaminamos a la perfección de la caridad, de modo que nos convertimos en signo escatológico en este mundo que pasa.

Realizamos la plena consagración a Dios por medio de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, ofreciendo así nuestra vida totalmente al Señor.

La Virgen María, con su total disponibilidad a los proyectos del Padre y al amor del Espíritu, acogiendo en el corazón y en el cuerpo al Verbo divino, es el modelo de nuestra consagración a Dios y de nuestras actitudes de fe, como ella buscamos encarnar a Jesús y darlo para la salvación de los Hermanos.

Para poder vivir con generosa autenticidad nuestra vida contemplativa Franciscana la Fraternidad garantiza con todo cuidado las etapas Formativas.

La formación integral lleva a que la dimensión sobrenatural se inserte en armonía con los componentes de la personalidad. Y ayudadas de una educación según los métodos humanos de la psicología, pedagogía y didáctica se promueva la madurez de la persona y ayude a insertarse en el ambiente donde está nuestro Monasterio. Además de promoverse una formación en el campo franciscano y penitencia, eclesial, bíblico y espiritual, en la oración y contemplación.

Así, con el fin de poder mejor responder a las necesidades de los hombres, de los tiempos y, sobre todo, de nuestra vida contemplativa cuidamos tanto la formación inicial como la permanente, trabajando a nivel técnico, religioso y apostólico, como personal y comunitario según las directrices de la Iglesia y en la plena fidelidad a nuestro carisma penitencial.

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Etapas Formativas

Postulantado

Noviciado

Profesión Simple

Profesión Solemne