A los 17 años de vida en Calvià el Sr. Obispo nos propuso ayudar a unas Hermanas Capuchinas del Monasterio de la Purísima Concepción de Palma debido a su avanzada edad y para que el Monasterio no se cerrara sino que éste pasara a la Tercera Orden Regular de San Francisco. Experiencia que vivimos como una obra de misericordia y una fundación más dentro de nuestra Orden.